Muere el Papa Francisco, un pontífice que amó el boxeo

El Papa Francisco encontró en el boxeo una metáfora de la lucha espiritual y los valores humanos.

BOXEO

JC y Mr Nocaut

4/21/20251 min read

Murió el Papa Francisco, una figura transformadora de la Iglesia Católica, recordado por su cercanía con el pueblo, tenía pasión por el deporte, en particular, por el futbol y el boxeo, considerándolos símbolos de lucha, resiliencia y fe.

Desde los primeros años de su pontificado, Francisco —hincha declarado del San Lorenzo de Almagro— dejó claro que el deporte era, para él, una escuela de valores. Pero fue el boxeo el que capturó su atención de una forma especial. Consideraba que el ring, como la vida, exigía caer y levantarse, respetar al oponente y mantenerse firme ante la adversidad. En 2013, el Consejo Mundial de Boxeo lo reconoció como “Hombre del Año” por su mensaje humanista, alineado con los principios del deporte de los puños.

Uno de los momentos más simbólicos ocurrió en 2017, cuando recibió al campeón mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez en el Vaticano. El púgil le obsequió unos guantes de boxeo firmados, gesto que el pontífice aceptó con una sonrisa cálida, demostrando una vez más su apertura hacia el mundo deportivo como espacio de encuentro y crecimiento humano.

Además de Canelo, el Papa Francisco también tuvo encuentros significativos con otras figuras del boxeo internacional.

Para el Papa Francisco, el boxeo representaba algo más que un espectáculo. Era una metáfora de la fe: luchar contra las propias sombras, resistir con coraje, y encontrar fuerza en la comunidad. Así lo expresó en su documento “Dar lo mejor de uno mismo”, donde elevó el deporte a una dimensión espiritual, defendiendo su poder para formar personas íntegras y sociedades más solidarias.

Hoy, con la noticia de su muerte, el mundo del boxeo se une al duelo global. Figuras del deporte, fieles y líderes de distintas religiones han comenzado a rendir homenaje a un hombre que entendió que la fe también se libra en cada combate diario por la justicia, el amor y la dignidad.

Será recordado: como un pontífice que vivió la fe como un combate sagrado.